Desde la plaza de la iglesia de Bossòst, iremos dirección a la calle de sant Joan Crisostom. Una fuerte subida por un calle empedrada, que nos llevará hacia un sendero que, a la altura de un pilar de agua, a la derecha nos indica mediante unas señales el sentido hacia la cueva emblemática del pueblo, y que mediante un bucle nos hará subir hacia las ruinas del castillo, donde podremos contemplar unas vistas del municipio idílicas. Allí mismo tomaremos hacia la izquierda un sendero de bajada muy divertido que siguiendo las señales nos llevara hasta la carretera N- 230, la cual tendremos que cruzar para empalmar otro sendero que nos llevara al Camin Reiau, a la altura del punto limpio, hacia la derecha. Haremos una pequeña subida dejando a la derecha una galería de las minas muy pintoresca y que una vez arriba de la subida nos encontraremos con las señales de la mina Margalida hacia la izquierda. Ahí empezaremos a subir el sendero en forma de zetas, hasta aproximadamente un kilometro, que justo en una bifurcación, donde unas señales nos guían de vuelta al pueblo de Bossòst. Pasaremos por un prado y discurriremos por un tramo de asfalto hasta llegar a la altura del cementerio del pueblo donde con dirección recta saldremos al cruce del puente y de la carretera N- 230, para así llegar al mismo punto de partida, la plaza de la iglesia.